Cuando estamos en el colegio nos dicen constantemente que debemos elegir una carrera, encontrar un camino en el cual nos desempeñaremos por el resto de nuestras vidas.
En lo personal, siempre que le comenté a algún profesor u otra persona que quería ser diseñador, me miraban con cara extraña y me comentaban: “Pero por qué? Te morirás de hambre, mejor estudia arquitectura”, entre varias otras frases similares que hacían ver que lo que uno elige (o más bien lo que una prueba para entrar a la universidad elige) a los 18 años será lo que hagas para siempre, tengas éxito o fracaso en ello.
Si bien hasta algún momento lo pensé, y desarrollé mi carrera pensando en eso, no fue hasta bien avanzada mi carrera que logré darme cuenta que no necesariamente es así.
Junto con mi evolución dentro de la empresa en la que me estuve, fueron apareciendo nuevos desafíos que me permitieron ir aprendiendo y asumiendo más responsabilidades con el tiempo, pero junto con eso llegó otro invitado no tan esperado: El síndrome del impostor.
1Este trastorno es más habitual de lo que parece. Siete de cada 10 personas lo han sufrido alguna vez en su vida, según la doctora Valerie Young, para un artículo de BBC Mundo.
«Millones de mujeres y hombres en todo el mundo, desde exitosos directivos de empresas, hasta brillantes estudiantes o actrices, como Kate Winslet, están secretamente preocupados por no ser tan capaces como todos creen», asegura Young.
A medida que iba aprendiendo más y tomando nuevas responsabilidades, la idea de sentir que no estaba tan validado, en un trabajo en marketing, que si buscas en LinkedIn probablemente cualquier empresa exija un ingeniero comercial o carrera a fin, en vez de un diseñador, fue una idea que iba creciendo como bola de nieve. “Me la podré con esto?” “Soy lo suficientemente bueno para poder asumir esta responsabilidad?”.
El tema es que con el paso del tiempo, el aprendizaje y el ‘tirarme a la piscina’ fue ayudando a quitar esa mochila que muchas veces pesaba.
Con esto fui definiendo algunas estrategias que me permitieron confiar en mi trabajo, entender mi profesión como un complemento y ser un aporte hacia al cargo más allá del título que tengo actualmente.
1. La zona de confort
Es algo bien personal, la verdad es que muchas veces tengo algunos temas con salirme de la zona de confort. Por qué querría asumir nuevos desafíos si estoy bien donde estoy, con mi trabajo, sueldo, etc.? Entiendo que es uno de mis temas a desarrollar, y creo que el punto más importante es no darse cuenta cuándo estamos en nuestra zona de confort y necesitamos salir de ahí. Es un tema que reflexiono constantemente, para identificar oportunidades que me permitan asumir y conocer nuevas experiencias. Identificar dichas oportunidades y haber asumido nuevos desafíos, como el reemplazo temporal del cargo de Senior Manager Omichannel (cargo a quién reportaba anteriormente) justo en época de pandemia, con grandes desafíos que ni siquiera la persona más experimentada se hubiera imaginado, me permitieron descubrir nuevas capacidades y formas de llevar mi carrera al siguiente nivel, desarrollando estrategias que me permitieron salir airoso en ese momento de caos que significó trabajar permanentemente desde casa, y expandir el negocio e-commerce que hasta ese entonces, no tenía el nivel soporte y desarrollo que tiene hoy.
2. Créete el cuento
Nadie nace sabiendo, así de simple.
En la universidad tenía una profesora que constantemente comentaba mi forma de presentar, me decía que me ‘Creía el cuento’, que manejaba cada presentación, cada proyecto, cada información, como si estuviera vendiendo un producto ante una junta directiva.
Esas palabras me han dado vuelta desde siempre. Y si bien, en un principio, este síndrome del impostor hacía no tomar el valor necesario a mi profesión de diseñador, con el tiempo me di cuenta que aunque mi trabajo hoy en día no implica diseñar un producto, una mesa o un mueble, sí estoy constantemente diseñando en mi día a día, a través de la forma en que presento los proyectos, los informes o los planes de marketing.
Me di cuenta que ni mis estudios ni mis inicios en el mundo laboral (habiendo comenzado en el mundo de las agencias de publicidad y diseño) fueron una barrera para lo que soy hoy, sino que se han complementado de tal forma, que tengo una sensibilidad distinta al abordar ciertos temas, tratar con proveedores, encontrar respuestas y soluciones a las tareas del día a día.
Quizás este es uno de los puntos más relevantes para quitarme de encima el síndrome del impostor, ya que una vez que vi la oportunidad en lo que veía una dificultad, pude comenzar a creer en mis capacidades, mi forma de trabajar y las cosas que he aprendido para ponerlas en práctica y encontrar historias que muchas veces fueron de éxito.
3. Apoyarme y apoyar a otros
Quizás nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de otras personas detrás.
Fue importante tener ese feedback y aprendizaje de otros para poder estar donde estoy ahora.
Un tema fundamental en el desarrollo de cualquier persona es tener un entorno que te permita desarrollarte. Si bien, hubo altos y bajos en mi trayecto profesional y algunos equipos de trabajo (como puede pasarle a cualquier persona), tuve un crecimiento verdaderamente grande llevado por personas que vieron el potencial que tenía y me ayudaron a quitar este peso del impostor que tenía encima.
Eso abre también un desafío extra, donde finalmente dentro de mis aspiraciones y procesos dentro de la empresa, pretendo tomar algunos de los puntos que permitieron mi desarrollo y transformación profesional y aplicarlo a nuevas personas, equipos y colegas a los que pueda ayudar para que puedan encontrar su máximo potencial, en definitiva, ser un aporte a otros, como otros lo fueron para mí.
El trabajo no se detiene, y si bien hoy en día estoy en un lugar muy distinto al que estaba cuando llegué a la compañía, y más distinto aún con relación a mi primer trabajo, el proceso no se detiene, y la búsqueda de transformación es clave en este mundo en constante movimiento en el que vivimos. Al menos por ahora tengo un espacio ganado, y una estrategia para derrotar al síndrome del impostor que de vez en cuando viene a molestar.
1Blasco, L. (25 de Noviembre de 2015). ¿Qué es el «síndrome del impostor» y por qué lo sufre tanta gente? . BBC Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/11/151125_salud_psicologia_sindrome_impostor_lb
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