En todos estos años de trabajo en distintas empresas y organizaciones, no tomé mucho en cuenta el término Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) ni la importancia de lo que significa, no sólo a nivel interno, sino cómo los consumidores y la sociedad mira a las marcas y las empresas desde afuera.
Fue gracias al contacto con personas involucradas en ese tema (y el ser parte de la comunidad LGBTIQ+) que fui descubriendo lo importante de la diversidad en las empresas y las marcas, y cómo no dependen (o deberían depender) exclusivamente del área Recursos Humanos.
Recientemente compartí en LinkedIn un artículo sobre una tesis que mencionaba lo importante que es para el consumidor que las marcas tengan una posición en causas sociales, o derechamente hablen sobre temas que son muchas veces controversiales, como el matrimonio igualitario o el racismo (Busquen a Karin Usach, miembro del Círculo de Marketing de Icare).
Siendo parte del comité de DEI como trabajo complementario en mi anterior cargo en Adidas es que pude ver más de cerca lo importante que debe ser este tema en las empresas, y cómo debe estar presente permanentemente.
Hacerlo finalmente no es antojadizo, así como tampoco es llegar y cambiar el logo de una marca por la bandera del orgullo cuando es Pride.
Siendo parte del comité de DEI como trabajo complementario en mi anterior cargo en Adidas es que pude ver más de cerca lo importante que debe ser este tema en las empresas, y cómo debe estar presente permanentemente.
Son infinitos los estudios que respaldan la labor de la diversidad e inclusión en las empresas, cómo estimula mejores prácticas empresariales, afianza la felicidad de las personas y aumenta la salud organizacional (Mickinsey & Company, 2020. Diversity Matters, América Latina).
Esto también es importante para las activaciones y acciones que realizamos para las marcas en todas las áreas del marketing.
…la labor de la diversidad e inclusión en las empresas estimula mejores prácticas empresariales, afianza la felicidad de las personas y aumenta la salud organizacional…
(Mickinsey & Company, 2020. Diversity Matters, América Latina)
Una empresa que se vea comprometida con causas sociales y sobre todo, con incentivar la diversidad en su ambiente interno estará más en contacto con las personas, clientes o consumidores finales, tal como desarrollamos en distintas campañas dentro de Reebok, donde no sólo le hablamos a los deportistas o personas quiénes quieran realizar actividad física, sino también a individuos con discapacidad, tallas grandes, personas trans y no binaries, etc.
Hablar a distintos tipos de personas, con distintas realidades, problemáticas e intereses es fundamental para acercar lo que hacemos e identificar de mejor manera nuestro producto a los distintos grupos de la sociedad.
Pero claro, no es llegar y hacer una campaña con personas diversas. En lo personal, liderar el comité de DEI en mi etapa en Adidas me permitió entender y darme cuenta de lo importante que es que nosotros como colaboradores seamos parte de este cambio. Que no es una iniciativa exclusiva de Recursos humanos y que es muy necesario de cara al consumidor y la cercanía que las marcas tienen con él.
La frase “Somos una empresa súper inclusiva…” no tiene validez si no va acompañado de políticas claras sobre diversidad, canales efectivos de denuncia en caso de discriminación, beneficios y facilidades para reclutar y mantener talento diverso, entre otra iniciativas que incentive la pluralidad en las organizaciones.
Tanto el ambiente interno de las empresas como el branding y el marketing de las mismas son esenciales en su necesidad de demostrar ser espacios inclusivos, y deben ir desarrollándose de forma paralela. El consumidor no es tonto, y ya sabemos que caer en Green washing o Pink Washing es un hoyo en el que ninguna marca ni organización quiere estar.
He visto en varios momentos cómo el hablar de diversidad sin tener al menos un trabajo interno en la organización trae consigo funas, cancelaciones y problemas que terminan por hacer contraproducente la acción que se está realizando.
Así como en mi trabajo trato de involucrar equipos, unir fuerzas y realizar acciones que involucren al área en 360 grados, para la Diversidad, Equidad e Inclusión debería funcionar igual. Una empresa diversa en su totalidad permitirá tener varias visiones, varias ideas y varias experiencias que contribuyan al trabajo que se quiera realizar, al mismo tiempo en que permita generar un espacio de discusión para entender el trabajo, y sobre todo al consumidor como un individuo con distintas necesidades, características y problemas en los que la organización y la marca pueden estar en contacto.
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